Patinete o Trottinette: una moda para quedarse?


Definición:
Un patinete, o, en Hispanoamérica patín del diablo, y conocido
en Francia como Trottinette es un vehículo/juguete que
consiste en una plataforma alargada sobre dos ruedas en línea
y una barra de dirección, con la que se deslizan los patinadores
tras impulsarse con un pie contra el suelo. Tradicionalmente el
patinete ha sido empleado como medio de transporte y como
juguete para los niños, sin embargo, también es usado para
practicar el deporte llamado Freestyle Scootering. Para usarlo
se debe montar de pie encima de él, poner las manos sobre el
manillar e impulsarse utilizando uno de los pies contra el
suelo.

Muchos ciudadanos han decidido en estos últimos meses cambiar su
forma de moverse por la ciudad y se han subido a un artilugio que va
poblando las calles de muchas ciudades. Fáciles de conducir y de
plegar, se están convirtiendo en la estrella de lo que se conoce como
vehículos de movilidad personal (VMP).
No tienen mantenimiento, ni grasa, no se suda, se pueden meter en
cualquier parte y por lo tanto se evitan los robos, explica Oliva. Y,
sobre todo, son vehículos que sostenibles cuyo uso, al igual que las
bicicletas eléctricas, llegan de la mano de los nuevos planes de
movilidad de los ayuntamientos para reducir la contaminación.
Sus clientes son personas de una horquilla de edad que oscila entre
los 30 y los 60 años, o sea, un perfil de profesionales mujeres y
hombres que lo utilizan para sus desplazamientos diarios al trabajo y
en ocasiones combinándolo también con el transporte público. Su
crecimiento como VMP llega de la mano del progresivo aumento de
los carriles bici y del progresivo arrinconamiento del coche. En una
ciudad idealizada no se pueden poner pegas a esta apuesta por la
movilidad, cómoda, asequible y sostenible, pero evidentemente la
convivencia en los núcleos urbanos es compleja. Es fácil ver pasar
velocísimos patinetes eléctricos por las aceras, por los carriles bici.
Regulación:
Los tiempos de los paseos con patinete y a lo loco tienen los
días contados en Francia. El Gobierno de Emmanuel Macron ha
anunciado este sábado la inclusión en el código de circulación
de los patinetes eléctricos y otros dispositivos similares de
movilidad personal. A partir de septiembre, comenzarán a
regir las restricciones y limitaciones a su uso bajo pena de
fuertes multas.
Entre las principales medidas figura la limitación a 25
kilómetros por hora de la velocidad máxima de estos
dispositivos, que además tendrán prohibido circular por las

aceras, salvo en aquellas específicamente señaladas por las
alcaldías. Allí donde existan, deberán hacerlo por las vías para
bicicletas y, si no, en las carreteras que tengan una velocidad
máxima de 50 kilómetros por hora.
La rápida expansión de patinetes eléctricos es una
“buena noticia” porque “responde a una necesidad de
movilidad” y, además, “no contaminan”, dijo la ministra de
Transporte, Elisabeth Borne, al diario Le Parisien. Pero al
mismo tiempo, apostilló, su desarrollo ha sido “un poco
anárquico” y el uso de estos dispositivos por las calles de las
ciudades de todo el país, especialmente en París, se ha
convertido en una especie de “ley de la jungla” que hacía
necesaria su regulación. Algo que han emprendido de forma
conjunta su ministerio y el de Interior, con el resultado de la
inclusión de estos dispositivos en el código de circulación y la
emisión de normas para su uso.
El uso de patinetes eléctricos y demás dispositivos
(como mono-ruedas u hoverboards) quedará prohibido a los
menores de 8 años. Hasta los 12, los niños deberán portar
casco para montarlos. El patinete eléctrico será además de uso
exclusivamente personal, es decir, no se podrá llevar a un
pasajero, como es habitual ver hasta ahora en ciudades como
París. También queda prohibido el uso de cascos de música o
cualquier aparato que limite la capacidad de escucha del
conductor. Los patinetes deberán además de estar equipados
con luces delanteras y traseras y, durante la noche o en
momentos de escasa visibilidad, sus usuarios deberán portar
algún elemento reflectante.
La nueva normativa también hace referencia a un problema
recurrente en las ciudades: el estacionamiento descontrolado
de estos dispositivos, que hace que a menudo bloqueen las
aceras o accesos peatonales, algo que ahora estará prohibido
bajo pena de multa. Estas van desde los 35 euros por no
respetar las reglas de circulación a los 135 si se circula por una
acera no autorizada. Conducir estos dispositivos a más de los
25 kilómetros por hora a los que quedan limitados conllevará
una sanción de 1.500 euros.
Los patinetes eléctricos han vivido una fuerte expansión
en Francia los últimos dos años. Según la  Federación de
Profesionales de la Micromovilidad de Francia, la venta de
patinetes eléctricos aumentó un 129% en 2018, hasta los
232.749 dispositivos, algo que en parte se debe a su mayor
asequibilidad: el precio medio es de 490 euros (22% menos
que en años anteriores). A ellos se unen los patinetes eléctricos
de libre servicio que hay en las principales ciudades del país,
donde ofrecen sus servicios diez operadores distintos.

Una situación que ha llevado a urbes como París a
adelantarse a las disposiciones generales ahora anunciadas. La
capital francesa ya multa con 135 euros la circulación de
patinetes sobre aceras no autorizadas.
Según el Gobierno, la Comisión Europea ha sido
notificada ya de estas nuevas disposiciones, que serán también
presentadas al Consejo Nacional de Evaluación de Normas
(CNEN) y al Consejo de Estado. El Ejecutivo estima que podrán
entrar en vigor con el nuevo curso escolar, el próximo
septiembre.